miércoles, 30 de marzo de 2011

Cine surrealista

El surrealismo se manifestó en todas las artes: literatura, pintura, música y... en el cine. Uno de los directores de cine más conocidos y que se inició bajo los presupuestos de este movimiento (del surrealismo) fue Luis Buñuel. Y seguro que habéis oído hablar de esta película: El perro andaluz (SÍ, ES EN BLANCO Y NEGRO. Fue rodada en 1929). En ella podéis encontrar una amplia selección de imágenes surrealistas...

Algunos poemas surrealistas

Empezamos con el padre del Surrealismo, André Breton. Si os fijáis, las relaciones que se establecen en estos poemas son arbitrarias y no obedecen a un orden lógico. Como vimos, es precisamente de esa oposición a la lógica de donde extraen su gran fuerza evocadora y visual:

Mundo en un beso
El músico con baquetas de avellano cosidas en las mangas
Apacigua a un enjambre de jóvenes monos-leones
Que descendieron con gran estrépito de la cornisa
Todo se vuelve opaco veo pasar la carroza de la noche
Arrastrada por los ajolotes de zapatos azules
Que penetra resplandeciente por la violencia que conduce a la tumba
Pavimentada de párpados con sus pestañas
La ley del talión utiliza un pueblo de estrellas
Y tú te matizas para mí de un negro rocío
Mientras los horribles bornes mentales
Se hienden en el sentido de la longitud
Dando paso a unos penachos
Que miran al lago próximo
Los barrotes del espectáculo están maravillosamente retorcidos
Un largo huso de aire atestigua sólo la huida del hombre
De madrugada entre la ilustre alfalfa
La hora
Sólo es lo que hacen sonar las piezas de oro de la bohemia
En las aspas de coriaria
Una amazona de pie sobre un caballo tordo anaranjado al galope
Desde lejos los brazos están siempre en extensi6n lateral
El rombo polvoriento del forro me recuerda
La tienda decorada de bisontes azules
Por los indios de la almohada
Afuera el aire se prueba los guantes de muérdago
Sobre un mostrador de agua pura
Mundo en un beso limpio
Para mí las escamas
Las escamas de la gran tortuga celeste con vientre de hidrófilo
Que se debate cada noche en el amor
Con la gran tortuga negra la gigantesca escolopendra de raíces

«Mundo en un beso»
Versión de Manuel Álvarez Ortega
Fuente: A media voz


Junto a mí, el dios-perro, y su lengua
atravesando como una flecha la costra
del doble cráneo abovedado
de la tierra que lo escuece.
He aquí el triángulo de agua
caminando con su paso de chinche,
pero que bajo la chinche ardiente
se da vuelta como un cuchillo.
Bajo los senos de la tierra odiosa
la perra-dios se ha retirado,
senos de tierra y de agua helada
que hacen pudrir su lengua hueca.
He aquí la virgen-del-martillo,
para moler los sótanos de tierra
cuyo horrible nivel el cráneo
del perro estelar siente subir.

 
«Junto a mí, el dios-perro»
Antonin Artaud
Traducción: Miguel Frontán
.
Todos los intermedios pudresienes de espera de esqueleto de lluvia sin persona
cuando no neutros lapsus micropulpos engendros del sotedio
pueden antes que cóncavos ausentes en seminal yacencia
ser otros flujos ácidos del diurno sueño insomne
otros sorbos de páramo
tan viles vivas bilis de nonadas carcomas diametrales
aunque el sabor no cambie
y Ofelia pura costa sea un pescado reflejo de rocío de esclerosada túnica sin lastre
un fósil loto amóvil entre remansos muslos puros juncos de espasmo
un maxilar de luna sobre un canto rodado
tierno espectro fluctuante del novilunio arcaico dromedario
lejos ya de su neuro dubitabundo exnovio psiquisauce
aunque el sabor no cambie
y cualquier lacio cuajo invista nuevos huecos ante los ídem lodos expartos bostezantes
peste con veste huéspedes del macrobarro grávido de muerte
y hueros logros de horas lagrimales
aunque el sabor no cambie
y el menos yo del uno en el total por nada
beato saldo de excoito amodorrado malentetando el asco
explore los estratos de su ámbito si sino
cada vez menos cráter
aunque el sabor no cambie
cada vez más burbúja de algánima no náyade
más amplio menos tránsfuga
tras sus estancas sienes de mercurio
o en las finales radas de lo obsceno de marismas de pelvis bajo el agua
con su no llanto arena y sus mínimas muertes navegables
aunque el sabor no cambie
y sólo erecto espeso mascaduda insaciado en progresiva resta
ante el incierto ubicuo muy quizás equis deífico se malciña la angustia interrogante
aunque el sabor no cambie.

 .
Oliverio Girondo
Fuente: Poemas del alma 
 .
 .
En donde el miedo no cuenta cuentos y poemas, no forma figuras de terror y de gloria.

Vacío gris es mi nombre, mi pronombre.
Conozco la gama de los miedos y ese comenzar a cantar despacito en el desfiladero que reconduce hacia mi desconocida que soy, mi emigrante de sí.

Escribo contra el miedo. Contra el viento con garras que se aloja en mi respiración.
Y cuando por la mañana temes encontrarte muerta (y que no haya más imágenes): el silencio de la comprensión, el silencio del mero estar, en esto se van los años, en esto se fue la bella alegría animal.

Alejandra Pizarnik, «Ojos primitivos», en El infierno musical (1971)